La situación para Mauro se complica y los detectives entran en el caso.
Así, por petición de Inés, Bonilla entrevista en la cárcel a Mauro, que
finalmente da el nombre del tasador de las joyas de sus padres. “Si
conseguimos que este hombre declare, demostraremos que la marquesa está
implicada en el caso”, concluye.
Como se han repartido las tareas, por su parte, Perea acorrala a Vicente
con preguntas acerca del día del crimen de los Jiménez y sobre la
muerte del portero.
Asustado y sintiéndose acorralado, Vicente pierde los nervios en casa,
discute una vez más con Emilia y está a punto de estrangularla.
Los esfuerzos de Sabino por reconciliar a Roberta y Tomás han dado sus
frutos y el chico cuenta entusiasmado a su jefe lo feliz que está. "Me
encantaría casarme con ella", explica
Roberta y Tomás se muestran más felices y enamorados que nunca. Tanto es
así, que esa noche hacen por primera vez el amor en el hostal.
Alicia y Fernando tienen claro que las jornadas hispano-francesas
organizadas por Martín en el Ateneo obedecen a un motivo político y
buscan la manera de colarse sin levantar sospechas. En realidad, el
fiscal pretende intercambiar delicada información con el país vecino.
Alicia convence a una desanimada Inés de que no puede abandonar la
defensa de su novio pues “la marquesa está acorralada y su testimonio
dará la libertad a Mauro”.
Lejos de solucionarse, los problemas entre Belén y Raúl se acentúan, y
ella se plantea desmantelar el hostal como única forma de entregarle el
dinero que le reclama. Enterado de la situación, Fernando toma cartas en
el asunto y va a amenazar al hombre en El Asturiano: “O desapareces o
acabarás en el hospital…”. Sin embargo, él individuo se presenta en la
comisaría: “Quiero poner una denuncia: mi hermana ha mandado a un matón a
buscarme”.
Además, Raúl no se conforma con el dinero de su hermana y propaga por el
barrio el secreto de Daniel, que podría impedir su boda: “Era cura y yo
no he visto ningún papel que demuestre lo contrario. Sería un escándalo
que se casara”.
Al recibir una carta de Trino y una foto de su nieta, Felisa se derrumba
y sueña con reunirse con ellos. “Cada día me cuesta más la distancia.
Los echo tanto de menos”, confiesa a Manolita.
Sabino da una buena noticia a Roberta: “Ya tengo local para la agencia de
Sevilla y quiero que la llevéis Tomás y tú. Preparad la maleta”.
La alegría dura poco, pues Nazario, el marido de Roberta, entra por la
puerta. Para sorpresa de todos los presentes, se muestra como un hombre
afable que comprende que ella rehaga su vida con otro.
Pía e Inés tienen una fuerte discusión, en la que se demuestran el odio
que se profesan desde hace años. El cariño que se tuvieron hace años ha
desaparecido y más, desde que se descubrió el secreto que unía a Arturo y
la joven.
Esa misma tarde Martín visita a la abogada y le asegura que solo llamará
a declarar a la aristócrata con una condición: que ella acceda a
mantener relaciones sexuales con él.
La situación en casa de los Luján es insostenible. Vicente se pasa el
día borracho y Emilia atacándolo, solo siguen juntos para no levantar
las sospechas de la Policía.
Una oportuna visita de Alicia evita que Inés acabe en brazos de
Martín:“Gracias, nunca me lo hubiese perdonado”. Luego, ambas celebran
que la marquesa de Campomoro haya, al fin, declarado.
En pocas horas, Mauro es libre y se va directamente a dar las gracias
por todo a Héctor Perea. "No estaría aquí sin vuesro trabajo, muchas
gracias".
Luego abraza a Bonilla, al que también agradece su implicación en el
caso. "Ahora hay que demostrar que mis tíos fueron los culpables. Es una
misión difícil", insiste.
Manolita y Marce están preocupados por la relación de Leonor con Quique y
piden a la joven que les cuente la verdad. La presión de él solo logra
un mayor hermetismo en la adolescente, será su madre quien consiga saber
la verdad.
Por su parte, Pelayo cuenta a Sabino su preocupación. Le ha sorprendido
saber que Amparo lleva días durmiendo en un coche, e intenta averiguar
qué la ha llevado a esa inhumana situación. “¿Se habrá arruinado?”, se
pregunta
Muy nerviosa por todo lo que está ocurriendo y al saber que Mauro está
libre, Emilia se cita con Pía para que consiga que Inés abandonde la
defensa de su sobrino. Ella promete hacerlo.
Inés y Mauro están a punto de hacer el amor cuando Guillermo
alterado:“Pía va a por ti”. En pocos minutos, la mujer se presenta y
exige ver a solas a su 'hija'.
Al verse cara a cara, la joven ofrece a su ‘madre’ hacer la paces
entregándole las acciones del bufete que le quedan, pero ella se ríe:
“Son muy pocas y, además, solo me interesa arruinarte la vida”. La joven
no puede quedar más triste.
Hola chicas, os dejo este breve resumen...Un beso Laura
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