El tiempo cura las heridas de Valeria que, después de
poner su economía en manos de Augusto, se siente con fuerzas para
emprender un nuevo negocio. “Siempre me ha gustado la moda y me ilusiona
poner un taller de costura”, cuenta a Elena, para que la ayude. Ella
trata de frenarla ya que le conviene tener una sobrina débil y
manipulable.
Desde el hospital, Asun recibe una mala noticia: “Hay muchas
posibilidades de que su marido no se recupere y en el hospital no
podemos hacer más. Debe trasladarlo a casa”.
Luis Ardanza está ilusionado pues le han propuesto publicar su estudio
sobre las vacunas. Una tarde, en el Ateneo se le acerca una estudiante
de Medicina: “Perdone que lo moleste. Me llamo Alejandra y admiro su
trabajo desde hace años”. Sorprendido, el profesor no puede evitar
fijarse en la belleza de la joven.
Por Elena, Pilar se entera de que su madre se suicidó y se desahoga con
Valeria: “Tu padre solo quería protegerte para que no sufrieras”.
Pilar ha cogido mucho cariño a Valeria y no duda en llorar en sus
brazos. Tras su conversación, la estudiante se queda mucho más
tranquila.
Cuando Augusto echa en cara a su amante haber contado su secreto, esta
se defiende: “Puede que me equivocase, pero al final hemos conseguido
nuestro objetivo: mi sobrina te ve cada día con mejores ojos”.
Sin esperarlo, Manolita nota que Belén pone trabas para cederle el
negocio como prometió. A la dueña del hostal le cuesta mucho dejar su
negocio en otras manos, aunque sean las de una amiga.
Será Daniel quien hable con ella: “Cariño, tu tiempo aquí ha acabado.
Empezamos unos bonita etapa en Colombia. ¿No te hace ilusión?”. La dueña
del hostal entra en razón, organiza el traspaso.
Luego, Belén se despide de una desconsolada Dorita:
“Me es imposible hacerme a la idea de que se vaya. Me voy a quedar muy
sola”. Con lágrimas en los ojos, la mujer asegura que mantendrán el
contacto.
Diego contraataca los golpes de Augusto donde más le duele: abrirá una
línea de autobuses con idénticos trayectos a los de su enemigo.
Antes, para sacar información se de la empresa de su Augusto, se acerca a
Luci: “Hace tiempo que un hombre no se mostraba tan atento conmigo”.
Cuando llega el empresario, se enfada con su secretaria por lo sucedido.
Después de hacerse público que está casado, Román intenta reconciliarse
con Marina. “De verdad que hace tiempo que no vivimos juntos. Solo viene
a por la pensión"
En el hostal, Román pide un préstamo a don Patricio. “Precisamente me
sobran unos dólares que aún no he cambiado”, explica el falso
aristócrata, como si el dinero no tuviese la mayor importancia para él.
Aún triste, Marina cuenta a sus vecinos que ha sufrido un nuevo desencanto amoroso. "Es que no salgo de uno y viene otro".
Bonilla ha intentado alejarse de Asun, pero le resulta imposible y
decide a reconocer sus sentimientos: “Sé que Héctor no se lo merece,
pero me he enamorado de ti. Te quiero”.
Más tarde, el detective se acerca a la cama de su amigo y,
simbólicamente, le pide permiso para salir a su mujer. En ese momento,
Perea abre los ojos, como si lo hubiera escuchado.
Román entrega a Salomé los dólares, pensando que se ha acabado así su
problema: “¡Eres un caradura! Son falsos, me los ha devuelto en el
banco”. En la discusión, interviene el novio de ella y el futbolista
acaba con una rodilla hinchada.
Tras su primer y desconcertante encuentro, Alejandra vuelve a quedar con
Ardanza. “Le agradezco tanto que corrija mi trabajo. Es un honor”, dice
la joven, feliz de tener al profesor enfrente de nuevo.
Mientras, su novio, Carlos, espera en la plaza y se enfada al verla
llegar: “Llevo aquí una hora. Da la sensación de que te agrada estar más
con ese señor que conmigo”.
En pocas semanas, Diego cuenta a Luis que tiene en marcha la línea de
autobuses. Su estrategia para hundir a Augusto funciona en el terreno
empresarial, pero no en el personal
Ya volcada en el hostal, Manolita recibe a un hombre con pinta de
enfermo, pero al que se niega a dejar en la calle. Antes de que pueda
llamar al médico, el huésped fallece en su habitación y don Patricio
insiste en que es “un claro caso de meningitis”. Sin decir nada a la
nueva dueña, convence a Dorita y a Pruden de la conveniencia de ocultar
el cuerpo.
Augusto se acicala para salir con Valeria, que ha aceptado ir a una gala
con él. El hombre no puede estar más satisfecho pues su plan de
conquistar a la mujer funciona a la perfección.
De noche, cuando la pareja regresa, dos argelinos relacionados con el
tráfico de armas, atacan al empresario y solo la intervención de un
misterioso hombre, conocido como Lachambre, le salva la vida.
Aún temblando por lo que acaba de presenciar, la viuda cura con mimo las heridas de Lloveras y terminan besándose.
Hola, buenos días, Soy Laura, os dejo un breve resumen de la semana....Un beso
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