“Siempre trato de escribir pensando en el espectador más exigente”
A.S.A.
Sergio Barrejón es un escritor y guionista de cine y televisión. Muchos
de los proyectos en los que ha participado han conseguido numerosos
galardones tanto a nivel nacional como internacional. Así, en 2007 el
corto “Éramos pocos” estuvo nominado al Oscar. Dos años después, otro de
sus trabajos, “El encargado” también fue candidato a ganar el Goya al
mejor cortometraje de ficción. En televisión, ha escrito guiones para
series como “Amar es para siempre” o “La Señora”. Unas historias cuyo
final ya tiene en mente cuando empieza a escribirlas, según nos ha
contado. El pasado mes de septiembre publicó la novela “Ese brillo en
tus ojos”.
Fotos de Ana Álvarez Prada.
P: ¿Cómo comenzaste a escribir guiones?
R:
A máquina. Va en serio. Escribí mis primeros cortitos a principios de
los noventa y por aquel entonces no teníamos ordenador en casa. Empecé
con una Olivetti mecánica, de las que tenían su propio carrito para
ponerlas, porque pesaba como 20 kilos.
P: A la hora de escribirlos, ¿en qué te sueles inspirar?
R:
Depende del proyecto. Aunque hay una musa común a todos los guiones: la
cifra que pone en el contrato bajo el epígrafe "remuneración".
P: ¿Cómo definirías tu profesión?
R:
Ser guionista consiste en defender constantemente puntos de vista
contrapuestos con la misma pasión, y sin convertirte en un cínico.
P: ¿Cómo te sentiste cuando tu corto “El encargado” estuvo nominado al Goya en 2009?
R: Obscenamente orgulloso. Estuve a punto de llamar a una novia que me dejó y gritarle "¿Quién ríe ahora?".
P: El primer cortometraje para cine que dirigiste fue “El Paraguas”, ¿cómo recuerdas aquel trabajo?
R:
El corto tiene cuatro escenas. En tres de ellas hay lluvia. 48 horas
antes del rodaje, aún no habíamos conseguido encontrar el efecto lluvia.
Ése es el nivel de desastre. El rodaje duró una jornada y me fumé dos
paquetes de tabaco. Y la broma me acabó costando un millón de pesetas,
porque el corto no ganó ni un premio. Bueno, en realidad fue peor que
eso: después de un año dando vueltas por festivales sin ganar nada, nos
comunicaron que habíamos ganado un premio dotado con dos millones de
pesetas... y tres días después nos descalificaron por cuestiones
técnicas. Puede que haya sido el primer corto de la historia del cine español en ganar -1 premios.
P: ¿Cómo surgió la oportunidad de escribir la novela “Ese brillo en tus ojos”?
R:
La editorial Planeta quería publicar en Temas de Hoy una novela basada
en la serie "Amar es para siempre". Rodolf Sirera, el creador de la
serie, me propuso escribirla y no lo dudé. He querido escribir novelas
desde que era un crío, pero lo he ido dejando por una mezcla de
inseguridad y de codicia: se gana más escribiendo guiones para
televisión. Así que cuando me hicieron el encargo, supe que era la
oportunidad de disfrutar de la mejor motivación posible para escribir:
estar obligado por contrato.
P: ¿Esta novela es fiel a la serie de televisión?
R:
Hay que aclarar que "Ese brillo en tus ojos" no es una adaptación de
las historias que ha contado la serie. Los personajes son los de "Amar
es para siempre", y la trama de la novela no contradice las de la serie.
En ese sentido, puede decirse que es totalmente fiel. Pero la historia
que cuenta la novela es totalmente nueva.
P:
Recientemente entrevistamos a Germán Torres que tuvo un papel en Amar
es para siempre, ¿los actores suelen aceptar la muerte de sus personajes
o le piden que aplace este momento?
R:
Salvo muy contadas excepciones, los actores suelen ser profesionales
serios, y no se toman de manera personal la muerte de su personaje. Una
muerte que, salvo muy contadas excepciones, está motivada simplemente
por la lógica del relato. Es cierto que corren por ahí divertidas
anécdotas sobre personajes que encontraron una muerte trágica tras pedir
el actor que los interpretaba un inopinado aumento de sueldo. Pero son
sólo eso: anécdotas que no reflejan el día a día normal de la profesión.
P: ¿Has tenido que cambiar el guión en alguna ocasión por alguna causa?
R:
En general, el equipo de guión de la serie disfruta de bastante
autonomía. Pero con frecuencia hay que hacer pequeños ajustes por
necesidades puntuales de producción, o por recomendación de la cadena.
Hacer cambios de este tipo en un guión es lo más normal del mundo, y
siempre que no afecten a la espina dorsal de la historia, ni contradigan
abiertamente los planteamientos de la serie, un guionista profesional
los acepta sin más como parte de su trabajo.
P: ¿Hasta qué punto tienes en cuenta a la audiencia?
R:
Tengo muy en cuenta a la audiencia. Siempre trato de escribir pensando
en el espectador más exigente, el que está atento a los detalles y no
acepta cualquier cosa. Lo que me preocupa menos son las cifras de
audiencia. Ése no es mi terreno.
P: ¿Has realizado alguna aparición en alguna de las películas o cortos en los que has participado?
R: Mi labor detrás de la cámara ya es bastante desastrosa como para empeorarla poniéndome delante.
P: Nacho Vigalondo ha dicho de ti que tienes capacidad de autocrítica, ¿consideras que es así?
R: Carezco completamente de autocrítica. Es uno de mis muchos defectos. Debo hacer un esfuerzo para mejorar este aspecto de mi personalidad.
P: En los tiempos que corren ¿es difícil conseguir financiación para sus proyectos?
R: Depende de cuánto dinero necesites. Si eres capaz de rodar por lo que cuesta un menú del día, te hincharás a trabajar.
P: ¿Qué crees que tiene que tener un buen guión?
R: Una buena remuneración.
P: ¿Qué te queda por contar?
R:
De todo. Tengo un western, un thiller, una comedia romántica, una de
zombies... Que alguien me desenchufe el ordenador, por Dios.
P: ¿Cuáles son tus proyectos futuros a largo plazo?
R: Tal como está el presente, procuro no pensar mucho en el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario