lunes, 9 de septiembre de 2013

Resumen de esta semana....

Augusto monta en cólera cuando se entera de que Diego ha rechazado su negocio. “¡Qué cretino! Tendremos que buscar otra forma de hacernos con su fortuna”, plantea a Elena, también muy molesta con la decisión de su ‘sobrino’.
Aunque intenta que no le afecte, Rubén se obsesiona con la cercanía de Diego y Valeria cada vez que se ven. Además, Elena aprovecha para malmeter: "Está claro que no se han olvidado", explica a su sobrino.
Después de semanas ensayando, Rubén no se presenta en el concierto. “Ha tenido que pasar algo grave –insiste Valeria–. Era una gran oportunidad”
Cuando llega, tiene una nueva pelea con Diego. Los hermanos se culpan mutuamente de problemas pasados.
Por el barrio empieza a circular el rumor de que el pianista ha muerto. Nadie puede confirmarlo, pero Rubén ha desaparecido.
Tanto su bella mujer como Diego se sienten inmediatamente culpables. “¡Qué horror! ¿Se habrá quitado la vida porque no soportaba vernos juntos?”, llegan incluso a plantarse.
Valeria queda destrozada con la noticia, cada vez más clara, de que su esposo ha muerto. "¡No puede ser!", cae al suelo, delante de Augusto y Diego.
Además, de don Patricio, cada vez más integrado en el barrio y en El Asturiano, se instalan en el barrio Pruden y Maite. Madre e hija pasan por un momento de incertidumbre económica, ya que la primera ha perdido su trabajo en el Ateneo. Además, la relación entre ellas es pésima desde que el patriarca falleciera años atrás.
Marina cuenta a Manolita el problema que ha tenido con Román, un futbolista que quería hacerse unas fotos en su local. De malos modos, tuvo que echarlo.
 Los detectives engañan a Beatriz y dan el cambiazo de las monedas, que entregan a Patrimonio Nacional. Sin embargo, la satisfacción por el trabajo bien hecho dura muy poco, ya que esa misma noche unos matones dejan inconsciente a Héctor.
El doctor llama a Asun para darle una mala noticia: “Su marido puede haber sufrido daños cerebrales. Hay que hacerle una prueba muy complicada y necesitamos su autorización”. Manolita se vuelca con su sobrina, que está muy sola desde que Felisa y Pedrito se fueron a Suiza.
Pedrito está hundido, pues finalmente Dorita no se marchará con él a Suiza. “Mi abuela está enferma 
y debo cuidarla hasta el final”. En su emotiva despedida, prometen reencontrarse en cuanto puedan.
Por su parte, Valeria se siente culpable de lo sucedido y se refugia en su casa. Allí recibe la visita de Augusto: “Te aconsejo que las peleas con tu marido se queden entre estas cuatro paredes, la gente es muy mal pensada y habla mucho”. Al ver el interés de su examante por silenciar el tema, Elena sospecha que quizás haya tenido algo que ver con el extraño suceso.
Los vecinos, impactados, siguen la desaparición del pianista con un malicioso comentario: “Se notaba que era un hombre atormentado y con muchos conflictos internos”.
Diego trata de impedir que Augusto siga inmiscuyéndose en todo lo relativo a su hermano, y se lo dice. Entre ellos, existe cada día una grieta más grande.
También Diego está en shock y desconfía de la versión oficial del caso.“Desde niño ha sido muy cobarde y me resulta increíble que se haya quitado la vida”, explica a Valeria. “Siento contradecirte. Pero ya lo intentó una vez”, contesta ella.
Elena y Augusto comentan la desesperación de Diego y Valeria: “Pronto ella hará lo que digamos sin rechistar. Están fatal…”
Augusto consigue firmar un preacuerdo con Sabino para quedarse con La Puntual. El malvado fascista cada vez ve más cerca su objetivo de hacerse rico, a consta de los demás.
Finalmente, Leonor se arma de valor y pide trabajo en la academia de estudios. Su director, don Aniceto, le ofrece empezar repartiendo publicidad. “Te ha dado esto porque no te quiere de profesora”, asegura Dorita. Indignada, la adolescente vuelve para quejarse, pero no lo hace, pues se queda prendada del profesor que abre la puerta: “Hola, me llamo Samuel y soy el profesor de Ciencias, ¿puedo ayudarte?”.
Para alivio de Asun y Bonilla, el doctor confirma que Héctor no ha sufrido daños neurológicos, pero desconoce cuándo despertará: “El cuerpo humano sigue siendo un misterio: podría ser mañana o dentro de tres meses”.
Muy afectado, Bonilla jura a Marce que meterá en la cárcel a los culpables de que Perea esté postrado en una cama.
Algunos huéspedes abandonan el hostal molestos porque una plaga de pulgas ha invadido sus cuartos. Tras descartar que la culpa sea de Prudencio, Belén descubre que es Lorenzana quien acumula basura en el armario de su habitación. “Tengo que llamar a sus hijas. Necesita ayuda médica”, dice a Daniel.


Laurita

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