lunes, 23 de septiembre de 2013

Resumen de esta semana....

A pesar de haber encontrado el reloj de su marido en la mesa de Diego, Valeria se niega a pensar que sea el asesino de Rubén. “Eran hermanos y se querían. Lo sé”, dice apesadumbrada a su tía, Elena, que insiste en lo contrario.
Como si el asunto no fuera con él, Augusto inaugura por todo lo alto su flamante negocio: Autobuses Lloveras. La mayoría de los vecinos de la Plaza acuden y son testigos de la felicidad del empresario que descorcha una botella de cava, al lado de su secretaria, Luci.
A la fiesta, invita a todos los vecinos de la Plaza, aunque su único interés es que acuda Valeria y lo consigue: “Me alegra que te hayas animado a salir de casa. Sé que no es el momento, pero debo decir que estás preciosa”.
Poco después, la deslenguada Pilar pone en peligro la estrategia de su padre al está a punto de comentar a Valeria que es amante de Elena.
Por suerte, la verdad no sale finalmente a la luz y Valeria queda encantada con Lloveras. "Es un hombre educado y un gran empresario", comenta a su tía.
Aunque han pasado semanas desde el accidente, Héctor continúa en coma en el hospital. Son muchos días y los médicos no pueden hacer más. Asun, desespera.
Sin embargo, la mujer debe retomar su trabajo y atender al pequeños Jesús. Está agotada ya que, desde que Felisa y Pedrito se fueron, está sola en Madrid.
Por suerte, Jacinto, su suegro, se convierte en un gran apoyo. El anciano pasa las tardes cuidando de su nieto, algo que no había hecho en la vida. Por casualidad, Manolita es testigo de cómo se ‘despide’ del niño y abre los ojos a Asun: “Está muy enfermo 
y quiere recuperar el tiempo perdido”.
Por otra parte, don Patricio lleva días sin pisar su habitación. “Voy a esperar un poco más y luego venderé sus pertenencias. Me debe dinero”, asegura Belén a Manolita. En pocos días, el falso noble aparecerá contando una gran mentira.
Daniel se presenta feliz con el pasaporte en la mano y apremia a su mujer, Belén, a emigrar a Colombia. “Antes tengo que vender el hostal”, insiste ella algo angustiada. De vuelta a El Asturiano, Manolita plantea a Marcelino y Pelayo quedarse ellos con el traspaso, pero no los convence.
Además de dar conferencias, Luis Ardanza guarda otro motivo para pasar más tiempo en Madrid: reencontrarse con el amor de su vida, Caridad Villalobos. El único recuerdo que guarda de ella es una deteriorada fotografía. Diego se compromete a ayudarlo.
 Tras sorprenderla con una romántica tuna, Román consigue quedar con Marina a cenar. Todo apunta a que será una velada preciosa, pero surge un 'pequeño' imprevisto…
La cita queda anulada cuando aparece una mujer que dice ser la esposa del futbolista. "No me puedo creer. Me ha estado engañando", se lamenta la vendedora.
Elena va a ver a Augusto para ultimar su maquiavélico plan y lo encuentra en brazos de Luci. Desde hace años, secretaria y jefe son amantes.
“Deberías centrarte en conquistar a mi sobrina, te dará más dinero que una secretaria”, explica Elena muy molesta, pues realmente lo que tiene son celos.
Lloveras  se da cuenta de que tiene razón y, esa tarde, se hace el encontradizo con Valeria. “El otro día no pude atenderte como mereces. ¿Te tomarías un café conmigo?”, insiste. Aunque se siente halagada, ella rechaza la propuesta: “Solo en casa encuentro consuelo”.
Los primeros autobuses Lloveras salen de la plaza, aunque no solo con pasajeros… Dos hombres de confianza de Augusto se encargan de esconder armas en cada trayecto.
Desoyendo el consejo de los médicos, Asun se acerca al hospital con Jesús que, sin querer, está a punto de desconectar un cable de la cama de Héctor. En casa, encuentra consuelo en Bonilla, que se ha convertido en su mayor apoyo.
 Cuando sale del despacho, Bonilla se va a casa de Asun para que ella pueda descansar. El detective pasa las tardes con Jesús y deja en evidencia su lado más paternal.
Una tarde, Asun recibe una llamada urgente del asilo: “Sentimos comunicarle que su suegro, Jacinto Perea, ha fallecido”. Angustiada, pide ayuda a Bonilla con los trámites.
Por su parte, Diego intenta hacer entender a Valeria que Augusto no es una persona de fiar. Sin embargo, la viuda está cada día más cerca del maquiavélico empresario y más lejos de su antiguo amor.
Maite, la hija de Pruden, está cansada de vivir entre cuatro paredes y se escapa a ver un concierto. Ya de noche, regresa charlando animadamente con Pilar.
En la puerta, la espera su madre: "¡No vuelvas a desobedecerme! Madrid es una ciudad peligrosa". Ante la rebeldía de la adolescente, la limpadora la castiga.
Pelayo y Marce se plantean que quizás sea una buena oportunidad regentar el hostal, pues El Asturiano ya marcha prácticamente solo y, lo más importante, a Manolita le hace mucha ilusión.
Finalmente, Manolita se hará con las riendas del hostal. En un principio, Dorita está asustada con el cambio y le da pena que Belén se vaya a Colombia.
Diego se enfrenta sin miedo a Augusto. “Empiezo a sospechar que mataste a mi hermano. Tenías interés en que desapareciera”. Sin embargo, se encuentra con un fuerte contraataque: “Cuidado conmigo. Yo también he investigado tu pasado en Cuba y 
sé que guardas un gran secreto. Cuando quieras, lo cuento…”

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