Resumen....

Una mujer desconcertada

Valeria está tan aturdida por los calmantes. Se siente sola y desconfía de todo el mundo, salvo de su amiga Marina, que la previene sobre la medicación que está tomando, un fármaco que contiene talidomida.

Una difícil decisión
Aun sabiendo el riesgo que corre, Luis pone en marcha su estrategia para denunciar las presiones que está recibiendo de las grandes potencias a causa de su vacuna. “Estás cavando tu propia tumba”, le advierte Elías.

El plan: secuestrar a Valeria

Ajena a esto y aunque piensa que es una locura, Filo muestra todo su apoyo a Diego en su plan para ‘secuestrar’ a Valeria. “Definitivamente los dos hombres de la casa habéis perdido la cabeza”, comenta la mujer, pensando también en Ardanza.

Sole se va a Santiago

Esa mañana, Sole reclama la atención de la mujer de Marce. “Me marcho a Santiago de Compostela, pero antes tengo que revelarte un secreto”, le dice, misteriosa.

El regreso de Belén

El hostal es un hervidero de actividad. Belén por fin llega desde Colombia y Dorita la espera con ansiedad, incluso se plantea darle una bienvenida a lo grande. Sin embargo, Manolita se lo impide: “Oficialmente, Daniel está muerto. No creo que esté para fiestas”.

Un hombre confundido

Román, por su parte, regresa por sorpresa porque no quiere separarse de Marina, pero Marce e incluso ella lo convencen para que vaya a Ceuta como estaba previsto: “No te preocupes, pronto podremos estar juntos”.
 

Sentimientos encontrados

Dorita está feliz por la vuelta de Belén, aunque su alegría no es completa por la falta de Daniel. "Fue un padre para mí", reconoce a Manolita y Pruden.

El secreto de Pruden

Tampoco es un día tranquilo para Pruden, que recibe una inquietante llamada de teléfono. Nada más colgar, pide a su hija que la sustituya porque ella tiene que salir a hacer unas compras.

Maite quiere una explicación

Minutos después de que la mujer se haya marchado, Manolita llama a Maite: “Eso puede esperar. Necesito que vayas a la mercería”. La muchacha obedece y de regreso a La Estrella ve algo que la deja atónita: “¿Qué hace mi madre con un hombre negro?”.

La estrategia de Elena

Por su parte, Elena sigue su estrategia de hundir a Valeria e intenta convencerla de que se apoye en Diego. "Creo que es el único hombre que te quiere de verdad. No renuncies a él".

Turbios asuntos

Mientras, Augusto sigue actuando de perro guardián y despacha sus turbios asuntos con Lachambre. “Tengo las manos atadas. Si no llega pronto el dinero que tienen que enviarme de Francia no podré quitarme de en medio a Diego”, se desahoga con su mano derecha.

Más que amigas

En casa de los Lloveras, Valeria sigue hundiéndose en un abismo cada vez más profundo. Desconfía de su tía, de su marido y hasta de Diego. “Para vivir así, prefiero estar muerta”, se desahoga con Pilar que comparte su preocupación con su padre: “Tienes que hacer algo”.

Nuevos datos

Pero esta no es la única preocupación de Augusto. Lachambre le informa de los movimientos bancarios que Diego está realizando últimamente y también le cuenta que ha alquilado una casa en la sierra.

La torpeza de Bonilla

Héctor y Asun pillan a Bonilla con una prostituta en el despacho y, aunque el sorprendido se deshace en mil perdones, su amiga se muestra molesta. Perea, sin embargo, se ríe hasta que don Patricio, con cierta dosis de torpeza, le recuerda que al día siguiente le operan y el semblante del detective cambia.

Héctor debe operarse

También ha llegado la hora de la verdad para Héctor, que se enfrenta con entereza a la operación para extirparle el coágulo que tiene en el cerebro.

Papá, un héroe

El buen humor ha desaparecido y ha dejado paso a la preocupación y el temor. Cuando se abraza a su hijo, este le da un cromo de un héroe y Perea y Asun entienden que es así como ve Jesús a su padre.

Un amor reconocido

La radio ha informado de que un científico español ha cedido la fórmula de su vacuna a la Organización Mundial de la Salud y Luis, comprendiendo que ha llegado el momento de decir adiós, mete sus pertenencias en una maleta y se despide de Filo, que aprovecha para confesarle lo que siente por él. En un impulso, él la besa en la boca y le pide que se marche y lo deje solo.

Hasta siempre, Luis

En ese mismo momento y lejos de allí, Elías celebra con sus amigos la marcha de Ardanza. El bioquímico se va con un sabor agridulce.

Un saludo
Laura