lunes, 20 de mayo de 2013

Resumen de esta semana...

Ricardo Conde no está dispuesto a fracasar y presiona a Mauro con métodos violentos para que se declare culpable. Cuando Inés informa a sus tíos de la situación, estos la ocultan que han cambiado de abogados para él. Ajena a todo, la joven va a ir a prisión y es Arturo quien le dice la verdad: “Vicente nos ha apartado de la defensa. Ahora Jiménez está en manos de Gascón y Asociados”.
En el hostal, Marina casi no duerme, pues no se siente capaz de hacer un traje que le han encargado. Pero aunque en un primer momento el resultado es horrible, la mujer decide empezar de nuevo y termina quedando perfecto.
Me siento orgullosa del trabajo que he hecho”, asegura a Belén. Cada vez, la viuda tiene más claro que puede dedicarse a coser y ganarse la vida con ello. "No lo hago nada mal", presume.
Hace días que Pelayo se muestra abatido y se siente solo. “El trabajo es muy monótono y me cansa hacer siempre lo mismo”, comenta una tarde con Héctor, que le propone una curiosa forma de entretenerse…
Marce y Manolita comentan lo raro que está Pelayo y buscan la forma de ayudarlo. Sin embargo, él parece que ni siquiera escucha sus recomendaciones.
Cuando Inés se entera de que Arturo ha tenido una recaida y tiene que acudir al cardiólogo, pide acompañarlo: “No tiene sentido en que te empeñes en ir solo”
Una vez más, Tomás insiste a Roberta para que sea su novia. “Tengo otras preocupaciones. Don Sabino lleva dos días sin dar señales de vida y temo que haya podido pasarle algo”.
Entre tanto, Inés no está dispuesta a dejar desamparado a Mauro y presenta un recurso contra el bufete de Martín para que no pueda llevar el proceso. Además, localiza a un testigo que podría servirle de ayuda para demostrar la inocencia del joven.
Emilia, preocupada, ata cabos y empieza a sospechar que su marido ha tenido algo que ver en el asesinato de su hermano y su cuñada: “¿Por qué llegaste esa noche con la ropa manchada de sangre?”. Pero Luján se defiende de la forma más rastrera. “Cada día estás más loca. Sufres alucinaciones. Esa tarde ni siquiera salí de casa”, intenta confundirla.
Mientras tanto, Daniel, que vive en el hostal, ha seguido muy de cerca los pasos de Fernando y teme que su compañero de hostal esté planeando matar a Valeriano aprovechando el rodaje de la película 'Donde la ciudad acaba'.
Para evitar que cometa una locura, el cura localiza a Alicia: “Tienes que acompañarme. Alguien te necesita…”. La abogada no pregunta más y se dispone a acompañar al cura hasta El Pozo del Tío Raimundo.
Justo en el momento que Solís se dispone a matar a su compañero traidor, Valeriano, la presencia de una mujer evita el asesinato.
Alicia ha accedido a ir con Daniel al misterioso encuentro y no puede creer lo que ve: “Fernando, ¿eres tú? Te he creído muerto todos estos años”. Tampoco Solís sabe nada de la vida de la que fue su amor durante años
Aunque la mujer es incapaz de perdonarlo, accede a esconderlo en su casa, intrigada por lo que ha traído de nuevo a España a su gran amor: “Tengo que salvar a una compañera y vengar una traición”.
La desaparición de Sabino parece resuelta cuando el hombre entra por la puerta y cuenta, satisfecho y sonriente, que ha acabado con sus problemas matrimoniales. Sin embargo, a la mañana siguiente a quien se da por desaparecido en el periódico es a el amante de su mujer…
Inés localiza a un testigo que podría servirle de ayuda para demostrar la inocencia de Mauro y ha logrado recopilar pruebas y obtenido la declaración del testigo que exculpa al joven del parricidio, consiguiendo que sea puesto en libertad.
A Vicente se le está yendo el asunto de las manos, y más cuando Braulio le exige más dinero por ratificar su testimonio contra su sobrino. “Quiero un billete a Venezuela en mis manos y dinero en efectivo para el viaje”, pide el portero.
Un nuevo cadáver aparece en el barrio: Vicente ha matado a Braulio consiguiendo que parezca que tuvo un accidente mientras arreglaba una antena.
Roberta queda muy afectada con la nueva muerte sucedida en la plaza. Ella y Tomás son los que encuentran el cadáver del portero lleno de sangre.
Por otra parte, Jesusito ha estado toda la semana con varicela y sus padres están muy tensos. Cuando el niño se recupera, retoman su vida sexual, que tenían algo abandonada.
Por primera vez desde que está en libertad, Mauro se reúne con Tomás: “Siento haberte metido en un lío con el asunto de las joyas”. El comercial también pide disculpas por no haberle apoyado más. "Sé que no eres un asesino".
Tras la reconciliación con un efusivo abrazo, ambos comentan lo decisiva que ha sido la implicación de Inés en el caso. “Si no fuese por ella estaría en la cárcel de por vida o algo peor. Es una chica muy especial”, admite el joven.
Marce y Manolita descubren pronto el motivo por el que su suegro se comporta de forma extraña y hasta habla solo: lleva puesto un auricular para poder oír una emisora clandestina. El problema surge cuando el invento se acopla a la radio del Asturiano y el dial se escucha en alto, ante el asombro de unos guardias civiles que toman café en ese momento.
Días después, Manolita sigue enfadada con su suegro, que insiste en seguir escuchando la emisora clandestina. Además, discuten por el destino que debe dársele a las propinas: Pelayo quiere comprar un transistor y la cocinera alquilar un vestido para una representación parroquial.
Aunque Mauro está en la calle, sabe que Martín Ángulo no va a parar hasta ver entre rejas a su amigo y sigue con el asunto pues no está dispuesta a que esto pase.
Ya en casa, Mauro descubre que el televisor funciona perfectamente y que no era necesario que Braulio hubiese subido a la azotea. Algo que lo deja pensativo y que, más tarde, comentará con Inés.

Hola chicas, soy Laura, os dejo los avances de la serie...Un beso

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